El dueño de sí mismo
Pienso que no debería de llamarse culto sino al hombre que ha tomado posesión de sí mismo. Cultura es fidelidad consigo mismo, una actitud de religioso respeto hacia nuestra propia y personal vida. Decía Goethe que no podía estimar a un hombre que no llevase un diario de sus jornadas. El detalle del diario puede abandonarse; pero reservemos la aguda verdad diamantina que envuelve esa frase. Un ser que desprecia su propia realidad no puede verdaderamente estimar nada ni haber en él nada de verdad. Sus ideas, sus actos, sus palabras tendrán sólo una calidad ilusoria: no serán nunca lo que aparentan ser. No por su contenido son reales mi fe y mi duda, sino como trozos de mi vida personal. Un hombre que no cree en sí mismo no puede creer en Dios.
José Ortega y Gasset, «Azorín o primores de lo vulgar», 1916