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Posts etiquetados ‘Poesía’

29
Ago

La leyenda de Don Juan en «Usted tiene ojos de mujer fatal» de Jardiel Poncela

Por más que Ortega y Gasset se esforzó en aclarar la verdadera idea del Don Juan, siguen apareciendo obras consagradas a repetir su maniatada versión populachera. Es el caso de la comedia «Usted tiene ojos de mujer fatal», donde Enrique Jardiel Poncela hace un retrato de aquel personaje sin escrúpulos que pinta la leyenda.

En efecto, el personaje de Poncela cumple con todas esas características que la leyenda atribuye al conquistador: hábil con la palabra, manipulador profesional y mentiroso de tiempo completo, Sergio Hernan cuenta también con su alcahuete, Oshidori, quien no solo admira a su ilustre jefe, sino que ha aprendido junto con él todos los secretos de la seducción.

Algo que llama la atención de esta obra es, en primer lugar, como la ocasión para cada seducción es, al mismo tiempo, un momento ideal para la presentación de máximas (o greguerías) sobre la psicología de la mujer: «Los hérores, las enamoradas y los planetas no tienen apellido» dirá Oshidori parafraseando a su señor. Y como se trata de una comedia, esta concepción de la mujer se presentan igualmente desde una óptica exagerada, así describe Oshidori a una enamorada del Señor: «La otra quiere quedarse de secretaria del señor. Asegura haber venido al mundo para sufrir intensamente.» De donde resulta que el amor para la mujer se compone esencialmente de sufrimiento. Y la chica de marras prefiere vivir como sirvienta antes de alejarse de su enamorado. De hecho, todas las sirvientas de la casa son ex amantes que no se resignan.

Otras mujeres no reaccionan así: las hay violentas y vengativas. Dispuestas incluso a provocar daño. Adelaida reacción así ante la ruptura que propone Sergio: «Y ya que aquí había una mesa puesta para dos, en la que ahora quiere comer uno solo, pues voy a tirar del mantel para que no coma nadie.» Tenemos pues, la exposición de todo el muestrario femenino, y de todos los típicos problemas que enfrenta el seductor presentados de una manera cínica, a tono con el carácter cómico de la obra.

Pero a pesar de sus leves tropiezos, el protagonista ha forjado una leyenda; hasta viaja gente a conocerlo, a tratar de descifrar sus secretos. Es ahí cuando al autor, ocupa una situación singular. Poncela usa también esta figura de Don Juan para dar una especie de moraleja: tarde o temprano el cazador es víctima. Y así es.

El personaje seleccionado para tal tarea es Pantecosti cuya familia planea alejar a una antigua amante de Sergio del matrimonio con el tio. Sergio es seleccionado por su historial. Pero en esta ocasión las cosas no salen como se espera, a pesar de los esfuerzos comunes, y la unión de fuerzas. Elena, la hermosa mujer que es víctima de tal intriga, es la que consigue enamorar a Sergio, es decir, la consigue derrotarlo en su juego y hacerlo desfallecer. Ya en su total decadencia se le ve escribiendo poemas cursis, abandonado y tristón.

Y es que el secreto del Don Juan es, precisamente, no enamorarse. Cosa que Sergio no pudo evitar tratándose de Elena. Y como se trata de una comedia, no de una tragedia. Esta obra tiene final feliz, y la hermosa Elena, al saber la situación de Sergio, regresa y decide consumar su amor.

Esta obra de Poncela se sitúa entonces, dentro del teatro con tintes «moralinos». Pues a pesar de que los juegos amatorios se presentan en toda su plenitud, al final las cosas se colocan en su sitio. Triunfa el amor perfecto, el ideal, el incorpóreo. Y, por ello, no dudamos en colocar esta lectura del Don Juan como una más de las versiones tan gastadas de la leyenda.

30
Jul

Radiografía del comerciante

Además, hay que aprender a dominarse, para soportar todas las insolencias de los burgueses menores.

Por lo general, los comerciantes son necios astutos, individuos de baja extracción, y que se han enriquecido a fuerza de sacrificios penosísimos, de hurtos que no puede penar la ley, de adulteraciones que nadie descubre o todos toleran.

El hábito de la mentira arraiga en esta canalla acostumbrada al manejo de grandes o pequeños capitales y ennoblecidos por los créditos que les conceden patente de honorabilidad y tienen por eso espíritu de militares, es decir, habituados a tutear despectivamente a su inferiores, así lo hacen con los extraños que tienen necesidad de aproximarse a ellos para poder medrar.

Roberto Arlt, «El juguete rabioso»

14
Jul

Arte erótica

 

La frontera entre erotismo y pornografía sólo se puede definir en términos estéticos. Toda literatura que se refiere al placer sexual y que alcanza un determinado coeficiente estético puede ser llamada literatura erótica. Si se queda por debajo de ese mínimo que da categoría de obra artística a un texto, es pornografía. Si la materia importa más que la expresión, un texto podrá ser clínico o sociológico, pero no tendrá valor literario. El erotismo es un enriquecimiento del acto sexual y de todo lo que lo rodea gracias a la cultura, gracias a la forma estética. Lo erótico consiste en dotar al acto sexual de un decorado, de una teatralidad para, sin escamotear el placer y el sexo, añadirle una dimensión artística.

Mario Vargas Llosa, «Sin erotismo no hay literatura»

13
Jul

La poesía

La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aisla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases. Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no dirigido. Hija del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo. Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de la idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo. Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la superflua grandeza de toda obra humana!

Octavio Paz, «El arco y la lira»

20
Abr

La última nostalgia de la prostituta

Tan pronto como cerró la puerta cargó al perrito y empezó a mimarlo, y se sumó con su hermosa voz africana a los coros infantiles que en aquel momento empezaron a oírse en el parvulario vecino. Tres meses antes había tenido en sueños la revelación de que iba a morir, y desde entonces se sintió más ligada que nunca a esa criatura de su soledad. Había previsto con tanto cuidado la repartición póstuma de sus cosas y el destino de su cuerpo, que en ese instante hubiera podido morirse sin estorbar a nadie. Se había retirado por voluntad propia con una fortuna atesorada piedra sobre piedra pero sin sacrificios demasiado amargos, y había escogido como refugio final el muy antiguo y noble pueblo de Gràcia, ya digerido por la expansión de la ciudad.

 

Gabriel García Márquez, «María dos Prazeres»

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