Sutiems, los compromisos
Se dice poco, pero la gran herramienta del Sindicato titular del IEMS es contar con los reglamentos de la Comisiones mixtas y el Reglamento Interior de Trabajo. Esos lineamientos que ⏤parcos aún⏤ norman asuntos tan importantes como los cambios de plantel y turno, las licencias, permisos y demás derechos imprescindibles.
Es en estos documentos, en su comprensión cabal y profunda, es en donde se encuentra la clave para una justa retribución a los trabajadores que depositan su confianza en la representación sindical. Una retribución justa, decíamos, ya que son documentos que prescriben la bilateralidad de decisiones. Es decir, garantizan el dictamen «neutral» en consideración de un hecho simple: las decisiones se toman en conjunto, no de manera privativa.
Cierto que hubo graves golpes a esta instancia cuando nos tocó el atentado frío y calculado de Ulises Lara y la intromisión del Sindicato minoritario: en riesgo estuvieron muchas negociaciones y ⏤de hecho⏤ se violentaron diversos derechos. La calma regresó al ser anunciada y festejada la salida de Lara y toda su estructura. Al intervenir un funcionario de alto nivel ⏤el secretario de educación de la ciudad⏤ se pudo restablecer el «semiorden» que imperaba. Y buenos aires se respiraban.
Lo lamentable fue que los representantes sindicales no supieron darle seguimiento apropiado, preocupados más por «complacer» a los mal llamados «interinos» que son cercanos ⏤cuando no amigos o parejas sentimentales⏤ a su grupo y fieles «defensores» de cualquier crítica o cuestionamiento que los líderes recibieran.
Lo lamentable fue ⏤decíamos⏤ que la mirada se orientó a esa lucha, mientras se obnubiló lo importante: la revisión contractual pasó desapercibida y la oportunidad de mejorar los instrumentos legales con los que contamos se esfumó. O al menos así parece.
Por ello, la actuación de la dirigencia saliente ⏤cuyos integrantes, hasta donde sabemos, no rindieron informes⏤ debe ser compensada por un Comité Ejecutivo renovado que no se instale en la cómoda posición de «hacer de todo y no hacer nada». Esto quiere decir que el respeto por las diversas tareas que cada una de las carteras define es esencial, fundamental. Desde aquí se sugiere el trabajo especializado en cada cartera y que las posiciones se respeten. Que no se acapare el trabajo o se monopolice la información. Que no se generen grupos ni luchas inicuas que no llevan a nada bueno. Que no se crea que el CE tiene un poder que en realidad no tiene. Y un Secretario general ⏤y secretario de organización⏤ que no sea «todólogo» creyendo que debe estar siempre bajo la luz del reflector.
Así se podrá garantizar un intenso trabajo de revisión y manejo profundo ⏤por parte de las carteras correspondientes⏤ de los reglamentos de comisiones mixtas y demás disposiciones que urge mejorar, clarificar, especificar. Y esa gran herramienta de la que hablábamos se consolide para el bien de los trabajadores del IEMS.